Explicación de los tamaños de las barricas de vino – Ask Decanter

Aquellos que trabajan en vino probablemente hayan escuchado los términos ‘barrique’, ‘cask’, ‘foudre’ y ‘barril’. Sin embargo, no todo lo que está hecho de madera es igual. A pesar de compartir una materia prima similar, cada uno de estos recipientes es bastante diferente, y conocer sus rasgos y características únicos es clave.

¿Qué es un barril?

El recipiente de madera más común en la vinificación moderna es el barril de roble tradicional, hecho de roble francés (Quercus robur) o roble blanco americano (Quercus alba). Un barril se construye a partir de varios componentes: la cabeza (los extremos redondos que forman la parte superior e inferior del barril), las duelas (las tiras de madera que forman los lados del barril) y los aros (las partes metálicas que sujetan las duelas). juntos).

El orificio que se usa para llenar y vaciar el barril se llama orificio del tapón y el tapón que se usa para cerrarlo se llama tapón. Los tapones tradicionales generalmente están hechos de madera, mientras que las versiones modernas están hechas de silicona u otros materiales.

Tamaños de barril explicados

Hay algunos tamaños de barril diferentes, cada uno con capacidades ligeramente diferentes y con el nombre de las regiones en las que se originaron: Burdeos (225 L), comúnmente conocido como “barrica”, Borgoña (228 L) y Cognac (300 L).

Los enólogos que buscan recipientes más grandes a menudo usan puncheons o demi-muids, que contienen 500L y 600L respectivamente. Incluso más grandes que eso son los fudres franceses, que técnicamente no son barriles, ya que son significativamente más grandes. Estos enormes recipientes pueden contener hasta 300 hL (¡30 000 L!) de vino y son similares a los botes de roble que se usan tradicionalmente en la región italiana de Piamonte.

Barriles – Cosas que debe saber:

El término para alguien que fabrica barriles es tonelero. Su lugar de trabajo, o donde un enólogo iría a comprar un barril, se llama tonelería.

El uso de barricas no es una práctica nueva en la elaboración del vino: se llevan utilizando al menos desde el tercer milenio a. C. en el antiguo Egipto, donde se utilizaban tinas con duelas de madera durante la vendimia. También hay evidencia de barriles utilizados para almacenar vino en la antigua Babilonia, la Gran Bretaña de la edad del hierro, la Galia y la antigua Roma.

El nivel de tostado del interior de una barrica nueva determina los sabores impartidos al vino. Un tostado más alto da sabores más ricos de especias, vainilla y granos de café.

Los enólogos que desean reducir la cantidad de influencia que la madera tiene en un vino suelen emplear barriles de mayor tamaño. Por ejemplo, la relación de superficie en contacto directo con el vino es mucho menor en un foudre que en una barrica.

Otras bebidas alcohólicas con frecuencia envejecidas en roble incluyen (pero no se limitan a) coñac, jerez, cerveza, sidra, whisky, ron, calvados y oporto.

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